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Desde hace años Valparaíso se ve abandonado, sin rumbo, con problemas que se han tornado estructurales, como el mal uso de espacios públicos, la falta de inversión privada, la falta de oportunidades para trabajar, la carencia de bienes públicos de calidad: veredas, plazas y calles deterioradas u ocupadas ilegalmente, basura en cerros y quebradas. Precariedad en lo urbano, genera vulnerabilidad en la seguridad de cerros, carencias sociales, culturales y ambientales.

El actual gobierno municipal llega debilitado y desprestigiado, solo sostenido en el carisma de una autoridad que durante 8 años ha tenido una gestión solo asociada a su persona y a su grupo político de referencia.

Mi propuesta es trabajar conjuntamente con todas las fuerzas políticas, sociales y económicas de la ciudad. Un gobierno municipal inteligente – que sepa dialogar y acordar estrategias con actores institucionales y sociales – pero que sea eficiente y cumpla sus deberes.

Un municipio que en los próximos 4 años responda a las urgencias: aseo, incendios, delincuencia, comercio ilegal, y que entregando las condiciones a sus habitantes y visitantes pueda generar oportunidades, crear futuro con el potencial de Valparaíso.

Esos 4 años son de emergencia porque no se alcanza a superar la ruina y la postergación de los intereses de la ciudadanía, en donde se ha priorizado el interés de un grupo de militantes seguidores de la alcaldía actual y su clientelismo rancio y dañino.

En esos 4 años debemos dar un norte, una orientación consensuada que guie la vida de la ciudad en el corto y mediano plazo.

Debemos activar el potencial de Valparaíso y transformarlo en una ciudad equitativa, sostenible y próspera. Valparaíso ciudad puerto, ciudad oceánica, ciudad patrimonial y universitaria, ciudad cultural y turística, son vocaciones que deben ser elementos de reactivación de su economía local a partir del rescate de lo básico: una ciudad limpia, vivible y segura.

Debemos pensar en cómo nuestro borde costero se rediseña y que se vincula con el mar.

Hacemos un llamado a todos y todas las porteñas, sin importar su condición social o pensamiento político, para darle un futuro a la ciudad, de dignificar la ciudad, generando las confianzas, buscando el bien común, sin ideologismos simplones y sin egos.

Propuestas

Un municipio inteligente en su gestión.

Respetaremos y promoveremos los Derechos Fundamentales de los trabajadores municipales. Una gestión razonable aprende de la historia y la gestión desarrollada por personas y equipos que día a día sostienen el quehacer municipal. El funcionario(a) que trabaja por Valparaíso no tiene que temer. Seremos respetuosos de la carrera funcionaria, no nos llenaremos de aprendices de brujo ni sectas que pretendan refundar la ciudad, sino guiar las medidas necesarias para recuperar Valparaíso. Diálogo y respeto con los gremios de trabajadores municipales, y sobre todo con su trayectoria, serán nuestros ejes de relación. Mejorar la infraestructura y entorno laboral para el desarrollo de la gestión municipal.

Respetaremos el derecho de los habitantes de la ciudad de tener una respuesta oportuna a su inquietud. Un si o un no fundamentado para una petición aclarar la relación de respeto entre autoridad y ciudadanía. No a las promesas vagas, si a las respuestas concretas.

Las personas que concurren al municipio tienen el derecho a entender la respuesta que se les entrega. Eso implica simplificación del lenguaje y trámites con una guía y atención en la solución de un problema.

Participación ciudadana efectiva – no solo los seguidores del poder de turno – para revisión y cumplimiento en su caso de todo instrumento de planificación comunal como son Plan Regulador, Pladeco, Plan de Salud, Plan de Seguridad, Presupuesto, y las Ordenanzas de todo tipo. Promoveremos que la ciudadanía porteña fiscalice la ejecución de la gestión municipal con información oportuna y transparente al concejo municipal y al COSOC.

 

Un municipio que ponga orden y de seguridad en la ciudad.

El municipio debe promover la convivencia y el respeto en los espacios públicos de la ciudad. No más ocupación ilegal de plazas, calles y veredas. No más baños en las calles. No más grafitis.

Tolerancia cero ante las incivilidades. Para eso la municipalidad debe ejercer sus facultades de fiscalización, multar y trabajar en prevención y denuncia de delitos con las policías y el Ministerio Público. Más autoridad, genera más confianza.

Presencia municipal genera colaboración de la ciudadanía para hacer vivible el cerro o el sector. Sin miedo, sin violencia, con autoridad y decisión. Más obras asociadas a la seguridad situacional.

Más iluminación, más limpieza, más orden en la calle. Para ello se debe priorizar la tarea de seguridad ciudadana y la inversión en obras asociadas en el presupuesto municipal, para que entre otras medidas aumentemos la dotación de fiscalizadores municipales en favor del cumplimiento de la ley. No más dinero para favores y aduladores, si para dar mayor seguridad a la ciudad.

 

Un municipio que reactiva la ciudad.

Énfasis en el presupuesto municipal, para fortalecer la Dirección de Desarrollo Económico Local y la OMIL que permitan vincular y generar apoyo a las personas que inician un negocia – cualquiera sea su tamaño – y a quienes buscan una oportunidad de trabajo. Para ello, ente otras medidas, nos comprometemos a facilitar la obtención de patentes comerciales. Tramitación ágil, fácil y personalizada.

Potenciar la actividad cultural de la ciudad. No al “eventismo” militante y sectario. Presupuesto para cultura y adquirir el Teatro municipal, para que efectivamente seamos capital cultural. Apoyar iniciativas privadas de debate de ideas, actividades culturales y artísticas. Una economía local asociada a la actividad cultural y artística debe ser desarrollado por el municipio en colaboración con el sector privado y la comunidad.

En materia patrimonial, reactivar el Plan Director de Gestión Patrimonial y promover la protección del patrimonio por pare de la comunidad

En el ámbito de la salud, apuntar a estrategias de intervención familiar y comunitaria, aumentando la asignación de recursos municipales para desarrollar objetivos sanitarios de promoción y prevención en salud en la comunidad, en especial problemas de obesidad, discapacidad y adulto mayor, así como trabajar con jóvenes en sexualidad responsable.

Realizar un trabajo en red entre la Corporación municipal y las otras áreas municipales como la Dirección de Desarrollo Comunitario, Cultura, Seguridad, Deportes, Emergencias, Operaciones y Medio Ambiente.

La Dirección de Desarrollo Comunitario conducirá la gestión municipal – incluyendo a la Corporación Municipal – para atender integralmente a la comunidad y a las personas, con equipos y delegaciones territoriales que sean efectivos en la vinculación con las redes de servicios municipales

Potenciar al municipio como entidad patrocinante en vivienda para que los porteños no deban emigrar por la búsqueda de una vivienda propia. Revivir El Almendral y el Barrio Puerto para políticas habitacionales que convivan con actividades comerciales

Aseo y Ornato junto a Operaciones deben trabajar con el área municipal de Medio Ambiente, para abordar los problemas de basura, desorden de los servicios municipales y prevenir desastres.

Priorizaremos el trabajo contra la violencia barrial e intrafamiliar. Debemos restituir los derechos vulnerados en mujeres, adultos mayores, niñas, niños y adolescentes, mediante un apoyo psicosocial y jurídico, e involucrarnos en los problemas de seguridad en los barrios. Una defensoría jurídica de la comunidad contra los malvivientes y delincuentes.

Promover una cultura de inclusión y promoción de respeto a la mujer y a las diversidades sexuales, con más protección ante abusos y discriminaciones

Con respecto a las mascotas, promover y obligar a la tenencia de mascotas responsable. Medidas como la esterilización permanente y promover la educación ambiental ligada al abandono de animales.